Tras el instante mágico en que mis ojos se abrieron en el mar, no me fue muy posible ver, pensar, vivir como antes. – Jacques-Yves Cousteau
Una de las ventajas de vivir en Mérida es su cercanía con el mar del Golfo de México y con el mar turquesa impresionante del Caribe, por lo que en a solo 20 minutos puedes llegar a disfrutar de la brisa del mar y a 3 horas en automóvil estarás en Cancún.
En esta lectura te invitamos a que conozcas las maravillas que esconde la costa yucateca, con este top 5:
1. Progreso
Por su cercanía, Progreso es una de las playas más populares entre los meridanos. Ubicada a sólo 30 minutos de la ciudad, esta playa es la favorita para las escapadas de una tarde. Sus aguas son tranquilas y puedes dedicarte a tomar el sol, rentar una palapa o disfrutar de alguna de las comidas que ofrecen los restaurantes de la zona. Y es que en el malecón encontrarás todo lo que necesitas para pasar un día de lo mejor: bares, mariscos, tiendas de artesanías y no podían faltar puestos con cocos frescos y las famosas marquesitas entre otras delicias yucatecas. Si disfrutas el contacto con la naturaleza, puedes visitar El Corchito, a 200 metros de la entrada a la ciudad. Se trata de una reserva ecológica de manglares en la que también hay cenotes y ojos de agua para los más pequeños.
2. Chicxulub
Esta playa es famosa porque aquí cayó el meteorito que acabó con la gran parte de la vida prehistórica, que se encuentra a 8 kilómetros de Progreso. Dado que su cercanía permite ir y venir a Mérida el mismo día, Chicxulub se convierte durante el verano en el hogar temporal de muchos meridanos, quienes deciden mudarse toda la temporada a sus playas. Por eso, es en esa época donde además de los puestos de comida de los lugareños, encontrarás sucursales de comercios, bares, discotecas y sucursales de restaurantes de la ciudad. Pero sin importar la época del año en que lo visites, los hermosos parajes de este lugar te ofrecen la oportunidad de observar especies animales únicas, así como de practicar senderismo, equitación, waterpolo, esquí, vela y otras actividades acuáticas.
3. Sisal
A un poco más de una hora de Mérida encontrarás el bello puerto de Sisal. Antes de que Progreso se convirtiese en puerto de altura, Sisal fungía como tal. Desde aquí salieron las primeras exportaciones yucatecas. Pero lo que te dejará sin hablar es la belleza de sus calles. En este lugar, además de aguas cristalinas y arena aún más blanca, encontrarás rastros de antiguas haciendas que le dan un rostro particular. Este es el sitio ideal si quieres caminar tranquilamente por la playa, tenderte a tomar el sol o simplemente ver cómo cae la tarde.
Sisal es ante todo un pueblo de pescadores. Y como tal, en él podrás disfrutar de la pesca del día cocinada con el sazón local. Además, puedes visitar la vitalidad del muelle, donde se reúnen las familias, y de cuatro miradores desde donde es posible practicar la observación de aves, como el pato canadiense.
4. Celestún
Además de sus hermosas playas, en Celestún puedes visitar los manglares. El lugar es mundialmente conocido por ser el lugar de llegada de la única población conocida en América del Norte de flamenco rosa, que permanece en sus manantiales de diciembre a febrero. Sin embargo, es mucho más que eso. Esta población forma parte de la reserva natural de la biosfera que lleva el mismo nombre y alberga a gran variedad de fauna como garzas, albatros, jaguares, ocelotes, monos arañas, tortugas marinas, entre muchas otras especies. El recorrido de Mérida a Celestún es de cerca de una hora y media. Al llegar encontrarás servicios de lancha que te ofrecen recorridos para visitar Tambor donde se localizan los flamencos, la Isla de los Pájaros y el Ojo de Agua. Para comer, puedes elegir uno de los múltiples restaurantes de la zona, que te ofrecen platillos con sabor casero a precios muy accesibles.
5. Las Coloradas
Una playa que no puede faltar en esta lista es Las Coloradas. Lo que hace especial a este pequeño puerto pesquero es el color de sus aguas: rojizas, como su nombre lo indica. La coloración del mar se debe a las altas concentraciones de sal; el tono dependerá del sol: entre más alto esté, más intenso será el color. Aunque esta playa no es para bañarse, se trata de un espectáculo único en el mundo, por lo que vale la pena visitarla. Muy cerca puedes encontrar otras playas como Río Lagartos y San Felipe. Río Lagartos forma parte de la reserva del mismo nombre y se ofrecen recorridos en lancha para visitar la ría y los manglares. Desde ahí podrás avistar garzas, pelícanos, cocodrilos y flamencos, así como tomar un “baño” con la arcilla del lugar, que es exfoliante por sus concentraciones de sal y otros minerales.
En conclusión, Mérida tiene una excelente ubicación si eres alguien a quien le gusta el mar y disfrutas desconectarte de vez en cuando del ajetreo diario. Es muy fácil llegar a estas playas desde la ciudad y, sin duda, son destinos que no te puedes perder.